Medellín se renueva

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Según proyecciones poblacionales del DANE, en las dos últimas décadas la población de Medellín ha tenido un incremento del 27% pasando de 1.992.781 habitantes en 1998 a 2.529.403 en 2018, aunque se cree que pueden ser más habitantes.

La geografía accidentada de la capital antioqueña deja poco espacio para expandirse, por lo que es normal que cada vez se densifique más la ciudad y tienda a tener un crecimiento vertical. Sin embargo, grandes proyectos urbanísticos se han desarrollado en las laderas de la ciudad, llevando consigo nuevos desafíos para que esta nueva población pueda integrarse plenamente a la metrópoli sin ningún tipo de barreras.

En este post repasaremos algunas de las grandes obras que se han desarrollado en la ciudad, promovidas desde el sector privado e inmobiliario, así como desde el sector público en materia de equipamiento urbano.

Se trata de hacer un recorrido aéreo por el antes y el ahora de zonas de la ciudad que han experimentado una gran transformación en las dos últimas décadas.

Ciudadela Nuevo Occidente

Fue construida en un sector donde décadas atrás habitaban campesinos de la vereda San Cristóbal, en las diferentes fincas se cultivaban hortalizas, se criaban pollos de engorde, o se instalaban invernaderos con flores. En el año 2003 y debido al déficit habitacional que presenta la ciudad, la zona es seleccionada como el lugar ideal para iniciar un megaproyecto de construcción de vivienda, focalizada especialmente para personas de bajo nivel socioeconómico. El proyecto[2] consistió en desarrollos verticales con nuevos materiales, más económicos y eficientes que permitieran albergar 23 mil apartamentos, de los cuales actualmente se han construido y habitado unos 16 mil, llevando a la zona 70 mil habitantes nuevos, se espera que para el año 2020 una vez completada la meta del proyecto, lleguen a la zona 110 mil habitantes, población igual o superior a la de algunos municipios del Área Metropolitana cómo Barbosa, Caldas, Girardota, La Estrella y Sabaneta.

Barrio San Germán

Durante 56 años este sector fue dedicado a la explotación minera e industrial, allí se instaló una empresa llamada INDURAL, la cual se dedicada a la fabricación y comercialización de prefabricados en concreto. El barrio San Germán de Medellín está ubicado al occidente del Cerro el Volador, allí la empresa INDURAL encontraba un lugar perfecto para sus operaciones, pues contaban con la posibilidad de extraer la tierra que necesitaban para sus productos e inmediatamente realizar el proceso de transformación en sus plantas industriales.

A medida que la ciudad crecía y la presión demográfica aumentaba

Se hizo necesario urbanizar ciertas zonas que durante años habían sido habitadas por grandes empresas. Es así como en el año 2006 se comienza a gestar un plan parcia para dicha zona, el cual se empieza a concretar después de 2011 y que contemplaba un uso preponderante de vivienda, resaltando la importancia de los usos mixtos del suelo, así como espacio público y un corredor verde que conectará el “Cerro el Volador” con el “Parque Lineal la Iguaná”.

Ciudad del río

Es un sector estratégico para la ciudad por su ubicación central y las conexiones de movilidad que facilitan el tránsito por la zona. Desde la primera mitad del siglo XX este lugar fue epicentro industrial de la ciudad, Empresas como Argos, Simesa, Erecos, Cartón de Colombia y Holasa, entre otras, hicieron que el Barrio Colombia fuera también conocido con el nombre de Avenida de los Industriales. De la misma forma muchas otras industrias se fueron instalando a lo largo del corredor del río de Medellín, fue un desarrollo urbanístico que le dio la espalda al río y que en la actualidad se pretende revertir.

El proyecto Ciudad del Río fue concebido con la adopción del Plan Parcial Manzana SIMESA en el año 2006, en alusión a los terrenos de la empresa SIMESA o Siderúrgica Medellín S.A. propietaria de una gran parte del terreno donde se desarrolló el Plan Parcial. Esta empresa pertenecía a Colcorp una filial del grupo Banco de Colombia, lo que después de una fusión se conocería como Bancolombia, quien utiliza parte de los terrenos en la construcción sus oficinas centrales a nivel nacional. La renovación del sector no sólo permitió la llegada de oficinas de servicios, sino también una gran cantidad de apartamentos, comercios, espacio público para el esparcimiento y el Museo de Arte Moderno.

Parques del Río


En 1826 Medellín es designada capital de Antioquia, pero más que ciudad era un poblado grande carente de planeación. Vivir cerca al río era estar condenado a inundaciones y por esto a plagas, de manera que sus habitantes prefirieron alejarse de su cauce. En 1952 arquitectos europeos proponen un Plan Piloto en donde recomiendan canalizar el río Medellín y convertirlo en un eje articulador del desarrollo. Sin embargo, la falta de legislación en la materia y el rápido crecimiento demográfico, no permitieron que el plan se cumpliera a cabalidad.

Solamente se inicia su canalización, pero se desaprovecha la oportunidad para convertir al rio en el eje articulador del desarrollo urbano para el disfrute de los ciudadanos. Por consiguiente, en este importante corredor se construyeron vías rápidas paralelas al río, y también todo tipo de industrias a lo largo de su orilla que generaban problemas de contaminación.

El río rompió la continuidad transversal de la ciudad, siempre fue visto como un obstáculo y no como un elemento integrador, por este motivo a comienzos del siglo XXI los dirigentes de la ciudad comienzan a reconocer el desacierto que en materia urbanística se había tenido con el Río Medellín, la conciencia social sobre la necesidad de rescatar el valor paisajístico y ambiental entorno a este fue cada vez mayor. Y así la necesidad de revertir los impactos negativos que el desarrollo urbano había tenido en la ciudad, en este sentido y observando experiencias exitosas en el ámbito internacional como: Seúl – Corea de Sur, o Madrid – España. En Medellín se comenzaron a planificar una serie de proyectos que buscaban precisamente recuperar el río para la ciudad y para su gente, tal como lo es el megaproyecto “Parques del Río”

La primera etapa del proyecto tiene como objetivo liberar 322 mil M2 de espacio público en ambos costados del río, para lo cual se construirán dos soterrados de una longitud total de 922 m con 7 carriles vehiculares, uno de ellos ya terminado (A) y el segundo actualmente en construcción (B)[7]. Las siguientes etapas del proyecto se encuentran suspendidas debido a que la administración actual considera que existen otras prioridades para la ciudad.

Puente de la Madre Laura

Anteriormente, para movilizarse entre las comunas 4 y 5 de Medellín que comprenden entre otros los Barrios de Aranjuez y Castilla, era necesario desplazarse más de 2 Km hacia el sur hasta llegar al puente de La Mico o hacia el norte hasta el puente de la autopista Medellín – Bogotá. El río Medellín que en otra época facilitó los asentamientos humanos a lo largo y ancho de su recorrido, representa actualmente un desafío para la ciudad, la divide en 2 y condiciona los desplazamientos entre la zona occidental y oriental, a la existencia de un puente.

El puente de la Madre Laura era necesario para facilitar la movilidad y la integración social

Entre dos importantes sectores de la ciudad, dos puentes separados por 4 Kilómetros de distancia era la única opción para llegar de un lado al otro. Y es que 4 kilómetros parece no ser un gran recorrido, pero dentro de una zona urbana es una distancia enorme que representa una barrera física, marcando la diferencia entre la inclusión o la segregación social.

Con una extensión de 786 metros el de la Madre Laura es el puente intraurbano más extenso de Colombia, para su construcción se requirieron 10.000 toneladas de hierro, 70.000 metros cúbicos de concreto y una inversión de 205 mil millones de pesos. Ta como se aprecia en las imágenes satelitales, fue necesario reubicar a muchas familias para abrirle paso a este proyecto, en total se compraron 430 predios, generando también la posibilidad de que algunas de esas familias pudieran acceder a Vivienda de Interés Social y/o Prioritario, por medio de un proyecto aledaño que en la primera etapa construyó 63 apartamentos y en la segunda 38, buscando ser una alternativa de reasentamiento en el mismo sitio donde se realizó la obra.

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