Las ventajas de vivir a las afueras de Medellín

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El Valle de Aburrá atrae a cientos de familias cada año; su clima, cultura y transporte público son algunos de los factores que influyen en esta decisión.

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La calidad de vida en Medellín es inigualable; según mediciones, es la ciudad donde mejor se vive en Colombia. Ya sea por su cultura, clima o transporte público, Medellín y los municipios vecinos del Valle de Aburrá son el lugar ideal que muchos ciudadanos encuentran para vivir. En la siguiente nota te contamos por qué. 

Según el Censo Nacional del DANE, la población de Medellín y sus alrededores creció en un 12% entre 2005 y 2018; consolidando a esta ciudad y sus municipios vecinos como la segunda aglomeración urbana más grande del país con 3,72 millones de habitantes. Sin embargo, al estar rodeada de montañas, Medellín ha pasado de crecer horizontalmente a verticalmente; causando que muchos ciudadanos emigren a municipios vecinos como Bello, Sabaneta o Envigado.

De igual modo, Medellín está tan conectada con los demás municipios, que los límites entre estos pueden llegar a ser confusos, pues el área urbana de Medellín se conecta con las de dichos municipios; conformando así el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá es la unión administrativa de los diez municipios ubicados alrededor de La Capital de la Montaña; está conformada por Bello, Copababana, Girardota y Barbosa al norte de Medellín; Envigado, Itagui, Sabaneta, La Estrella y Caldas al sur; y Medellín, el eje central de la región. 

¿Qué te vas a encontrar?

Los municipios de la parte norte cuentan con una población de aproximadamente 656,000 habitantes; allí puedes disfrutar de un amplio paisaje natural que va más allá de la zona urbana de la región. 

En Bello se encuentra el Páramo Serranía de las Baldías -el más pequeño de Colombia-;  puedes disfrutar de deportes extremos en las Cuevas de Girardota, municipio donde también se encuentran los Petroglifos, obras milenarias de arte rupestre poco conocidas; entre tanto, en Barbosa puedes disfrutar el Parque de las Aguas, un complejo de 17 hectáreas de toboganes, zonas de camping y esparcimiento.

De hecho, puedes encontrar zonas campestres y casas en Medellín alejadas del ruido y el ritmo acelerado de la ciudad. Altavista, Palmitas, San Antonio de Prado, San Cristóbal y Santa Elena son los cinco corregimientos urbano-rurales que se encuentran a las orillas de la ciudad, donde podrás encontrar un lugar de esparcimiento para los fines de semana o incluso tu próximo hogar.

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En la parte sur del Área Metropolitana del Valle de Aburrá viven aproximadamente 711,000 habitantes; los municipios Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Caldas concentran una amplia oferta de viviendas en zonas campestres, a la vez que mantienen una importante porción de su territorio conectada con el resto de la ciudad.

Allí puedes disfrutar del nacimiento del río Medellín en el Alto de San Miguel, Caldas; la Reserva Ecológica del Romeral en La Estrella o el Cerro Pan de Azúcar en Sabaneta; mientras que en Envigado puedes encontrar el Parque Ecoturístico el Salado, uno de los parques ecológicos más grandes de toda Antioquia.

Conectividad

Esta región goza de alta conectividad entre sus municipios, sobre todo entre aquellos que están más cerca de Medellín, con quien comparten el Sistema Integrado de Transportes del Valle de Aburrá; una red integrada de Metro, MetroCable y buses que va desde Bello, al norte, hasta Itagui, Sabaneta, Envigado y La Estrella al sur. Además, otros municipios están incluidos en futuros proyectos de conectividad vial.

Esta conectividad es una ventaja por donde se pueda mirar. Por un lado, garantiza a los habitantes una conexión con la ciudad y el eje central; tanto en vías, transporte público y comercios como en las decisiones administrativas sobre el desarrollo urbano, que deben velar por el cuidado del ecosistema y la naturaleza en medio de un crecimiento inminente de las ciudades. 

De la misma forma, dicha conectividad representa una ventaja para quienes buscan descansar del ritmo de una ciudad sin desconectarse por completo de ella; así, las zonas campestres y rurales del Valle de Aburrá gozan de un equilibrio perfecto entre tranquilidad y relativa cercanía a la ciudad.

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